“Erase una vez un perro único llamado Chispas…era feliz todo el año… menos en Navidad porque sabía que pasaba a un segundo término y que su vida se iba a alterar como cada cierre de año. Amaba profundamente a su familia humana, pero le entristecía saber que ante tanto ajetreo y compromiso se olvidarían un poco de él. No es que no lo quisieran… por el contrario, es centro de atención de la familia generalmente… ¡pero es que hay tantas cosas que hacer que en medio del agobio olvidamos a nuestros incondicionales amigos, al final ellos siempre estarán para nosotros!”
Y es así como comenzamos
Y es así como comenzamos este post, con un pequeño cuento que, en algún momento, podría sonarnos familiar a todos… dirían algunos: “Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”.
La historia de Chispas puede ser la de cualquier mascota, la tuya, la mía… Y es que entramos al último mes de año y con ello damos paso a las festividades de Navidad y Año Nuevo que, sin duda, son de las celebraciones más importantes en todo el mundo y de las cuales no está exento el universo de nuestras mascotas, ya que son parte fundamental de nuestra familia.
Celebramos, nos agobiamos, nos falta el tiempo para todos los compromisos que surgen, entramos en stress y quien finalmente lo sufre en carne propia es tu mascota. Nos llenamos de ideas de qué hacer para nosotros los humanos en Navidad, pero… ¿Y tus fieles compañeros?
Por ello hoy compartimos contigo algunos consejos importantes que te sugerimos tomar muy en cuenta para que la pasen tan bien como tú durante las fiestas decembrinas:
1. Al entrar el espíritu navideño, lo primero que hacemos es decorar la casa, si algo sobran son los adornos y a veces no pensamos si pudieran implicar algún riesgo.
Al igual que lo harías con los niños pequeños, ten cuidado con todo aquello que pudieran resulta peligroso o tóxico.
Pon especial énfasis en el árbol de navidad, esferas y luces pueden ser muy atractivas para tu mascota, que, por naturaleza es bulliciosa y puede percibirlos como juguetes nuevos, llevándola a correr un riesgo innecesario.
Una buena recomendación es que los adornos no sean de cristal, ni demasiado pequeños y que las luces se ubiquen de tal forma que no estén tan al alcance, ya sea poniéndolas arriba de la altura de tu mascota o bien muy pegadas al tronco del árbol para que no tenga fácil acceso a focos y cables que le pueden provocar un toque.
Si tienes cachorros, tal vez también sea una buena idea comenzar a adornar un poco más arriba delo que lo harías normalmente para evitar que tire los adornos y los veas por toda la casa.
2. Durante diciembre nuestras rutinas cambian, dejamos de hacer cosas para darle paso a la festividad. Para ser honestos, nos relajamos y nos enfocamos en todo menos las actividades cotidianas.
Tu mascota no entiende que es Navidad y que estás en otras cosas.
Respeta sus rutinas y sus paseos, a pesar de tus compromisos, busca esos momentos para convivir y pasear con tu mascota, no hacerlo puede alterar sus ciclos habituales.
Sigan compartiendo esos momentos especiales que, además, a ti te benefician en el proceso de cuidar tu peso corporal durante esta temporada plena de calorías. Una buena caminata los beneficia a ambos, reduce el stress de la temporada y mantiene los vínculos cercanos.
3. ¿Qué pasa contigo en esta temporada, cuando comes de más y alimentos que no consumes a lo largo del año? Tu salud estomacal se ve afectada. ¿Cierto?
Pues mucho ojo con tu mascota en ese sentido. No alteres su alimentación, seguramente los aromas de la cena navideña le van a generar inquietud y va a pedirte que le des una pequeña porción.
Seguramente esa escena junto a ti esperando compartir los alimentos te enternece, pero ten cuidado con lo que le das para que no vaya a enfermar a consecuencia de ese antojo. El exceso de grasas, picantes o condimentos seguramente le resultarán muy pesados y a la larga se traducirán en un malestar que le pudiste haber evitado.
4.¿Qué sientes cuando estás en medio de una multitud? Tus niveles de ansiedad crecen, generas un montón de hormonas que no son positivas y quieres salir corriendo del lugar.
¿Habías pensado que algo similar le puede pasar a tu mascota?
Cuídala de multitudes, familiares y personas desconocidas que, en un afán de cercanía, van a alterarle y poner nervioso, busca su tranquilidad. Es un mes de reuniones, eventos, en el cual vemos a personas que quizás no habíamos encontrado a lo largo del año. Pueden ser tus amigos o conocidos… pero para tu mascota son extraños que le ponen a la expectativa y a la defensiva si no los considera amigables para ella o para ti.
5.Las mascotas no son un adorno, nos encanta ponerlas a tono con la temporada, porque, para ser francos, se ven tremendamente hermosas. Pero ojo con los disfraces, pueden lucir muy linda, pero sentirse muy incómodas. Si vas a buscarle indumentaria o accesorios navideños, cuida que no sean molestos.
Piensa qué pasaría si de pronto a ti te disfrazaran así porque así y eso te restara movilidad o se sintiera apretado… lo mismo les pasa a las mascotas, son seres vivos que padecen estas acciones que son de buena intención, pero nada agradable a veces.
No te queremos decir con esto que no les compres ese disfraz que tanto te gustó… sólo que te cerciores de que sea lo suficientemente cómodo.
Hazte la siguiente pregunta. ¿Si fuera para mí lo utilizaría? Si piensas que no, ya tienes la respuesta.
6.En Navidad se comparte lo que más importa: amor. Ese es el mejor regalo que tus peludos compañeros pueden recibir, a veces pensamos que un regalo es algo que van a disfrutar, pero lo que realmente los hace felices eres tú, tu compañía y todos esos momentos que comparten juntos.
No te decimos que te olvides de la agitación propia de las compras, posadas y compromisos varios que nos llevan de un lugar a otro y que llenan nuestra agenda, pero ten presente que corremos el riesgo de olvidarnos un poco de estos pequeños que, sin duda, van a resentirlo. Piensa en ellos, como ellos piensan en ti.
Y si sales de vacaciones y por alguna razón tu mascota no te puede acompañar, cerciórate de que quede en buenas manos, ya sea familiar, amigo o cuidador piensa que sea la persona correcta para atenderla durante esos días; sin duda te va a extrañar, pero procura que esté con alguien que le brinde tantos cuidados y cariño como el que tú le darías.
En resumen, disfruta con toda la intensidad la Navidad, pero recuerda que siempre tienes alguien en casa que te está esperando y a quien debes tratar de forma muy especial, tal y como lo haces el resto del año.
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